sábado, 29 de junio de 2013

LECTURAS DE VIDA


¡Vecina Feliciana, venimos por la llave para abrir la biblioteca!dijo Bryan luego de tocar la puerta de calamina.

Feliciana entrega la llave al niño apabullándolo de recomendaciones como todos los días...

Las manos limpias, no se olviden, tienen que cuidar los libros. Termino de lavar la ropa y los alcanzo.

Con las manos en la cintura y la sonrisa de madre que aflora en su rostro, Feliciana acompaña con la mirada al grupo de niños, que entre juegos y abrazos van rumbo a la Biblioteca Comunal del Asentamiento Humano Ampliación Aires, en Villa El Salvador. No sabe hasta cuándo le será útil la excusa de lavar la ropa, lo cierto es que progresivamente ha delegado la responsabilidad de abrir la biblioteca a Bryan. Ahora él limpia y ordena los libros, acomoda la mesa y las bancas, ordena la entrega de libros a los niños, y Feliciana sin dejarse ver lo observa desde una esquina, no se puede explicar lo que siente, alegría, orgullo, ¡felicidad!...la emoción la embarga al comprobar que está logrando, mucho más que un lector para su comunidad.

Bryan es un niño de 12 años, la solidaridad se encarnó en él desde muy pequeño, desde cuando su madre era la encargada de un Wawa Wasi. Bryan ayudaba a cuidar los niños. Con mucho ingenio elaboraba juguetes con chapas, botellas, palos, y lograba divertirse con todos los niños. Su habilidad para elaborar juguetes de material de desecho se fue perfeccionando, los vecinos estaban asombrados de lo bien que trataba a los niños del Wawa Wasi, el asombro también se irradió a través de un conocido programa de televisión, donde le regalaron a Bryan una caja de herramientas, con la cual sigue haciendo juguetes para los niños de su barrio… junta leña antes de ir al colegio, vende cancha en bolsitas a los vecinos de su barrio, ayuda en hacer las tareas  escolares a su hermana menor... Y ahora se encarga de atender la  biblioteca comunal. Una tarde, su madre lo encuentra amasando un poco de harina... Bryan había decidido hacer ¨cachangas¨ para ayudar en la economía familiar...

Cuántos “textos” nos tendrá que “escribir”  Bryan para poder comprender su mensaje... Cuántos niños como Bryan se agitarán como signos desconocidos, brincando entre  colores tratando de estimular la retina oficial.

Como resultado de la emergencia educativa, con políticas encaminadas desde el Ministerio de Educación, y  la intensa labor de Promolibro en el fomento de la lectura, se está generando un  embalse de expectativas, oportunidades e intereses,  que pueden  arrasar con los “textos y escritos” de niños como Bryan en el país, si es que no precisamos oportunamente en el texto y acción,  lo que se quiere leer...y para qué.


“El saber, como la riqueza, sólo es fecundo
si está al servicio del hombre”.

*Jorge Basadre

Si de hábito a la lectura y comprensión lectora se trata, la mafia “montesinista” debe tener un elevado nivel de comprensión lectora y cientos de libros leídos y por leer. Pero de eso no se trata, es algo superior: Leer la vida para comprender nuestra realidad, es abrir espacio e incertidumbre en nuestra perspectiva. La lectura de textos pueden llenar  estos vacíos y generar otros, que pueden ser cubiertos luego, para ampliar nuevos y superiores vacíos, en búsqueda de más y más conocimiento para crear y emprender. La lectura de  vida, articulada a la lectura de textos, es un arma mortal contra el subdesarrollo. Por lo cual, el tipo de lectura que también debemos promover, es la lectura de vida de los más audaces,  de aquellos que enfrentan con  pecho abierto a la pobreza extrema en el País, como  Bryan en Villa El Salvador.

Si a Bryan se le facilita un plan de lectura consensuado previamente con él y su comunidad, con textos que fortalezcan su identidad y preserve su autoestima, nutriéndolo de conocimientos progresivamente, respetando su proceso de aprendizaje y las condiciones de su entorno social, entonces estamos hablando de un Plan Lector al servicio de Bryan y su comunidad. Leer sería un MEDIO para el buen desarrollo de Bryan.

Pero si ha Bryan le imponen un plan de lectura solo “para su futuro”, con libros bonitos y fantasiosos pero inútiles para su presente. Alentándolo solo a leer y comprender el texto escrito, se estaría  poniendo en riesgo su capacidad de seguir explorando nuevas fuentes de creación desde su realidad, como los juguetes en el Wawa Wasi y las “Cachangas”. También se correría el riesgo de pasmar ese sentimiento solidario que forjó desde niño y que aún lo mantiene sonriendo...Así entonces, Leer sería LA FINALIDAD, ...Bryan al servicio de la lectura de textos.

Leer y comprender lo leído, solo para divertirse puede ser una opción legítima. Leer y comprender lo leído, para mejorar las estadísticas del Estado y  no ser más, los últimos en comprensión lectora, también es válido.

Pero, pocas veces en nuestra historia se presentan situaciones favorables para, desde una  política de estado, emprender un proceso de transformación del País,  promocionando el desarrollo sostenido de los amplios sectores populares. La Ley de Democratización del Libro y Fomento de la Lectura, el Plan Lector y el Proyecto Educativo Nacional, requieren de un amplio componente participativo, una sólida base que puede estar constituida, entre otras, por la amplia red de organizaciones sociales existentes. Ya  que en las últimas décadas, estas se han consolidado  en diversos campos, cubriendo espacios que el Estado no ha podido atender.

Guiados por ese sabio instinto natural de sobrevivencia, progresivamente, los dirigentes y dirigentas de las organizaciones sociales, están ingresando a este proceso aún desconocido, Y Luego de superada la etapa de desconfianza hacia el estado (cautela inicial propia de la experiencia) se podrá incorporar  en sus nutridas agendas, las actividades orientadas a mejorar la calidad educativa, con el debido interés y compromiso, como viene ocurriendo en las  Bibliotecas Comunales en Villa El Salvador

Claridad en la propuesta y transparencia en las acciones, es indispensable para que las organizaciones sociales se incorporen a este proceso con VOZ Y VOTO. Para asumir el Plan Nacional de Lectura y El Proyecto Educativo Nacional, con el mismo ardor con que asumen sus gestiones por luz, agua, pistas, veredas, etc. Y con la alegría con que organizan sus campeonatos deportivos o fiestas patronales: sin un Nuevo Sol de inversión por parte del estado.

¡Incorporar el hábito a la lectura en nuestros dirigentes y sus organizaciones sociales, es otra arma mortal contra el subdesarrollo!

Esta década se vislumbra un proceso de consolidación con políticas de reestructuración del sistema educativo, y promoción de la lectura en el país, de nosotros depende también, que esas políticas de estado sean una FINALIDAD o un MEDIO.


VES, junio- 2008



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